miércoles, 9 de febrero de 2011

Adicción

Es difícil de entender, pero a veces sucede.


Sientes que te falta aire para respirar, que por mucho que exista, es insuficiente. Tu pecho arde de dolor, necesita romperse para poder seguir respirando. El espacio que te rodea parece un minúsculo refugio: oscuro, sombrío, sin salida.
No te apetece pero buscas como salida ir a la calle pues piensas que ahí está la solución. Finalmente sales, paseas, miras a tu alrededor. Incluso la avenida más grande y monumental se convierte en insignificante….y es que al fin y al cabo todo está dentro de ti, de tu cabeza, de tu ser. Sigues sintiendo la misma ansiedad, las mismas ganas de llorar, de gritar, de querer alejarte. Pero al mismo tiempo no quieres estar sola, odias esa sensación. Deseas encontrarte con personas, sonreírles, hablarles, contarles. Volver a ser cómo antes. Todo es demasiado contradictorio y es que, a veces sucede.
A veces, algunas personas crean adicción, como la droga. La peor de las drogas. A veces, sientes que no podrías seguir viviendo sin esa persona, que tu vida a partir de ese momento no tendría sentido, que ya nada sería igual a lo que un día, fue.
Es una sensación desagradable porque te hace sentir vulnerable y demostrar tu debilidad. Como la peor de las drogas, te sientes feliz cuando esa persona está cerca pero cuando te falta, aparece de manera intensa el síndrome de dependencia y justo en ese momento ya no sabes cómo seguir hacia adelante. Igual que un niño pequeño que está empezando a dar sus primeros pasos, igual que andar con una venda en los ojos o jugar a la gallina ciega. Te sientes perdida, indefensa, frágil.
No me gusta esa sensación ni el riesgo de depender de nadie.
No me gusta sentirme decepcionada porque alguien ya no esté a mi lado.
No me gustan los cambios fugaces, esos que te destrozan, que te hacen reír a carcajadas y en cuestión de horas, te hacen llorar desconsoladamente.
No me gusta, no. Pero a veces, algunas personas crean adicción.

1 comentario:

  1. Estas cosas pasan, queramos o no, y no se pueden controlar... pero todo tiene cura... y tu eres la dueña de tu vida, y tienes que marcar límites y decir "hasta aquí hemos llegado" y ponerte a desintoxicarte.

    Ya sabes lo que digo siempre... "si quieres puedes".

    ResponderEliminar

Seguidores