Se cansó de teorías. Se
cansó de estúpidas y complejas teorías. Se cansó de todo lo que habían planeado
para ella. Una vida color de rosa, le decían. ¿Rosa? ¿Dónde estaba ese color?
Una mañana, de
repente, se había convertido en otra persona. Una mañana, había llegado su
vejez y con ello se dio cuenta de su presente, de lo que realmente tenía: nada.
Sintió ese vacío,
esa sensación de asfixia. ¿Y ahora qué? Sin duda, había dejado atrás su
vulnerabilidad.
Me sentí mal haciendo la foto....en calles de Málaga |
Las promesas,
fueron olvidadas. Su familia, en el empeño de ayudarla, también. La única
persona a la que se había entregado en cuerpo y alma, la única persona que
podía aliviar su pena la había traicionado, y olvidado. La única persona a la
que se había entregado en cuerpo y alma era incapaz de comprenderla, incapaz de
empatizar.
Se cansó de
teorías. Se cansó de vomitar palabras que ni siquiera eran escuchadas.
Fue tal su
desolación que a la calle marchó. En busca de nada. En busca de nadie.
Tristeza, amargura, melancolía, ira, rabia, odio, pesadumbre. Soledad. Maldita
soledad.
Una mujer que nunca
había odiado a nadie. Una mujer que había sido feliz, alegre y optimista, se
veía hundida en la más profunda de las miserias. Su luz se fue apagando poco a
poco, aunque allí, en medio de todos, en medio de nadie, podía pasar tal vez,
más desapercibida.
Interesantes reflexiones acompañadas por fotos muy bien escogidas y de calidad. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias, anónimo!! Es un placer escribir sobre cualquier tema y más aún que alguien se pare a leerlo y le pueda llegar a transmitir lo mismo que a mí una imagen tan mundana como ésta...
ResponderEliminarMuchas gracias.