Muñecas sepia (2) |
Algo había cambiado dentro de ella y a partir de ese día, no le hizo falta recordar sus horas
de somnolencia porque pudo sentir que la vida no era eso que hasta entonces había
imaginado sino que la vida es caer y levantarse, y volverse a caer y volver a
levantarse; que la vida es alegrarte los viernes y fastidiarte los lunes; es reír y
llorar, es abrazarte a quien merezca tus abrazos, porque en definitiva, la vida es eso: soledad y compañía:
buscada e involuntaria, anhelada o desdeñada; ¿qué más da?
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